martes, 29 de enero de 2013
esa inquebrantable fragilidad de ti
Ya afila el mundo su envenenada daga de significados,
la palabra mujer es una intimidad de neón púrpura,
la palabra hombre es un estruendo escondido atrás del silencio,
ya corta el mundo con su daga férrea la palabra palabra,
así la rompe en mil pedazos.
Pero tú estás dicha queda y tácita,
eres la dicotómica voz de princesa que musita la nana y el aullido,
eres el último edelweiss crecido en el despeñadero de una lengua,
eres la prueba irrefutable de que hay vida antes de la muerte,
pues eres y no eres hombre ni mujer ni nombre,
eres esa ceguera milagrosa que revela lo invisible,
eres la bella palabra de fragilidad donde se quiebra la férrea daga del mundo,
en ti se rompe en mil pedazos.
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Y la palabra Jesús brilla en el cielo como uno de los mejores elegidos...aweonao precioso...
ResponderEliminarTe amo
Es mútuo, querido. Para probarlo un día tengo que escribirte alguna pública intimidad.
EliminarMil besos.
Así estoy yo chiquitita jugando con mi lego, sin saber por qué ahí y no allá, sin saber el qué, pero montando piezas.
ResponderEliminarNo son las palabras de amor,
es el amor de las palabras...
Muchos besos
No es ni una cosa ni la otra. Es usted que es tan bonita que uno se ve obligado a escribir palabras por no poder beberse el cielo.
EliminarNo eran la palabras de, amor.
Es una belleza de poema. En su totalidad. Aun así me voy a quedar con algo:"eres la prueba irrefutable de que hay vida antes de la muerte". Ser eso para alguien, es mucho...Un abrazo
ResponderEliminarElla es todo, Vera. Eso es.
EliminarOtro abrazo, guapísima.
Y aun así los dioses no habitan los suelos, se quedaron en su olimpo haciendo malabares de palabras para enloquecer a los hombres y hacerles creer en sus sueños.
ResponderEliminarBellos Chus, muy bello