miércoles, 27 de febrero de 2013
niña ausente
Niña ausente, es tarde y no estás y sueño
que estabas tantas veces en el tiempo en que no estabas,
mi amor por ti era sin ti escondido en mi pecho
un mosquito ebrio de futuro que envuelto en ámbar volaba.
Niña ausente, es tarde y no estás y sueño
que mil veces estabas en el tiempo aquel en que no estabas,
que hoy eres estrella que si extinta brilla más que la mañana.
Niña ausente, es tarde y no estás y sueño
que faltas y es que está esta habitación deshabitada,
que la sábana que se arruga en el suelo es un yo viejo
que mendiga moneditas de sueño a los pies de una cama,
sediento acude bajo la oscura falda de la soledad
y moja sus marchitos dedos de agua clara.
Es tarde, niña ausente, no estás y sueño
que era mi amor por ti en el tiempo en que no estabas
cría de pájaro que en la acera movía sus alas y aún respiraba,
efímera cría de pájaro que muriendo en los suelos de la ciudad
era que fénix a volar tu lindo cielo ya empezaba.
Niña ausente, es tarde y no estás y sueño
que si siempre estuviste ayer, estarás siempre mañana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pareciera que ese mosquito envuelto en ambar podrá resistir los embates del tiempo...Ella no está, pero estará...Hermoso. Besos
ResponderEliminarHermosa es tu poesía, Vera.
EliminarMás besos.
Una vez te lo dije weonazo, fuera yo mujer te alquilaría mi vientre, germà...
ResponderEliminarTe quiero.
Si fueras mujer el vientre te lo compro, querido. Quiérote yo más, tete-germà-weón de mi alma.
Eliminar