jueves, 8 de noviembre de 2012
soñar que todavía
Soñar que desnudo en el gran centro comercial tras el desastre.
La hilera de los maniquís que tullidos adquieren grotescas ilusiones de sociedades,
por ejemplo
aquella mujer de ojos grises y lencería a jirones que levanta un único brazo articulado
esperando una caricia que ninguna de las otras erguidas penumbras va a ofrecer.
Poco es capaz de aguantar el hombre que sueña
las horas desprovistas de voces
sin llegarse en algún punto desesperado a abrazar alguno de aquellos cuerpos incompletos
y ferozmente parados en la mitad del vacío.
Escojo aquel que mira desde el vidrio partido
a un cinéreo bulevar preñado de automóviles de nieve
y voy pasando mi decrepitud de diez dedos titilantes a través de su gélida cintura
hasta juntar nuestras dos muertes,
venir a dar a luz acaso al último de los cuerpos con vida.
Poco es capaz de aguantar el hombre que sueña
las horas desprovistas de ternura
antes de musitar otra vez el nombre de los nombres a un oído sordo de sintéticas geografías
y decir TE AMO con el último de los TE AMO
que el hombre que sueña es capaz de depositar en los objetos
como una semilla de yggdrasil que se deja caer en la brea.
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Joder, majo...
ResponderEliminarEs posible que sea tan amargo y a la vez tan acogedor como un abrazo de lana. Será eso la vida, el ciclo. Todo ello en todos nuestros últimos ellos.
(Me estás monopolizando el Google+)
Besos, jolín.
Va a ser el primer monopolio a celebrar, mira tú.
EliminarBesos, cáspita.
llevas por vides a la poderosa y cortante, flaqueza, del hombre que sueña... y no sé si por debilidad o porque tus pájaros.. pero dichosa la pena
ResponderEliminarDichosa tu visita, Mareva. Muchas gracias.
EliminarOdín cabalgando entre dos mundos, encaramándose al árbol de la vida para llegar a la copa y ofrecer el último de sus últimos Te Amo a un cuerpo de papel maché con nombre. Épico y desolador
ResponderEliminarBellisimo, y quiero recalcar que yo también te quiero una barbaridad y que no te cortes nada, que no cierres nada que ya se ha perdido mucho bueno por el camino.
Un besote
Y más que se va a perder. Los árboles arden.
EliminarPero que bonita te pones a la luz de esos fuegos, Carolina. Un beso enorme.
Hey macho, si fuese yo una fémina como sarca la nazi te juro iría a ponerte problemas a tu casa, weón lindo!
ResponderEliminarY yo dejaría la puerta abierta y calcetines con agujeros pendiendo de la chimenea.
EliminarTe beso.
tú, hermosa bestia: te queremos.
ResponderEliminarY yo a vosotros, tete. Mucho.
Eliminarbueno, ya sabes... te lo he dicho alguna otra vez: lo que daría por un "te amo". pero bueno, a veces o hay que tener paciencia o resignarse a vivir sin esa frase. creo que estoy dentro de estas últimas.
ResponderEliminarun beso. o dos.
Si te mueres sin ese te amo, mi querida Eleanor, será la prueba dolorosa de que el amor no existe. Y antes de que eso pase te amaría yo a cambio de que me despertases cada día como en esa foto y pronunciando algo con ll, como bellos cabellos como caballos...
EliminarDos besos, definitivamente idénticos geográficamente.
Leerte es una apuesta a los sentidos, saborear palabras, sensaciones. me resuena (maravillosamente)aquello de la mujer de ojos grises y lencería a jirones. Muy bueno
ResponderEliminarAbrazo desde Argentina
Muchísimas gracias, Horacio. Otro abrazo desde este lado del agua.
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