lunes, 22 de octubre de 2012
paz de vos
Entre vos y yo
estallan pequeñas guerras,
no grandes ni mundiales,
pequeñas digo y acaso
inconfesablemente deseadas
por los dos.
Esas escaramuzas
en las que vos no existe
y yo insisto
están llenas de palomas blancas
que asesinan habitaciones
por causa de los cielos.
Porque vos no existe
ni asiste,
mas nunca desiste
en asirse
a mis anhelos románticos
no pragmáticos
ni prácticos
de que vos exista.
Linda crueldad
que no existe
pero embiste
la fortaleza de prefabricado
de mi corazón.
Allá pone vos
sus cuarteles estratégicos,
bellos antiaéreos,
brillantes balas,
alambradas con puítas de robín
que parecen desde acá
hilos de oro
o cabellos suaves como cunas
o terrosa luz de otoño,
pero que son a la vera de vos
alambradas con puítas de robín
que pinchan y no son.
Y desde allá vos
dispara su inexistencia
a mis fuertes de algodón
y cartulina azul
dejándome vencido,
otra vez en ruinas
y un muchito más triste
y otra vez en paz.
Una paz definitiva, buena,
una paz terrible
sin vos.
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No lo toques... que está perfecto, ya!
ResponderEliminar¡Claro que existe! si nó de qué...
Y no estés triste.
que se me olvida el beso...!
EliminarCuando he visto ese primero sin beso se me ha venido el cielo encima, Nagore...
EliminarUff y virgen de los espacios infinitos. No se debe analizar es material extremadamente delicado.
ResponderEliminarPoema de los grandes.
Un besote
El poeta Llanos te diría que se debe analizar todo, querida.
EliminarJoder, qué bueno es, ¡coño!.
ResponderEliminar(Me ha salido así en voz alta, así que me ahorro los porqués y los pedantismos...)
Besos muy de "qué cabrón..."
Perdón, perdón.
Me han declinado quecabronías excelentes y muy a tiempo, pero esta se lleva la palma. Muchas gracias, Capitán.
EliminarBesos muy de "qué preciosidad".
Después del comentario de Capitán...¿Qué coñio puedo decir que no haya dicho ella?!!
ResponderEliminarEn fins, que muy bueno!
Besos.
En fins, Noirette, que muchas gracias, bonita.
EliminarPD. Muy bueno lo último que vienes dibujando, por cierto.
Disparos brillantes de inexistencia para hacer llegar la paz. Terrible por su verdad.
ResponderEliminarGenuino y original en sentimiento, pensamiento y obra. Amén.
Besos Jesús
Y lindo, muy lindo. Aunque duele.
Eso es que duele lindamente, Alejandra. Besos, bonita.
EliminarMuchas gracias.
Que en la guerra se les vio adentro de una pólvora monacal y estrafalaria. Que el sargento del alma dio la orden de la tregua. Que el batallón se dispersó entre rosas y jazmines. Que se les vio llegar a la ciudad con las heridas convertidas en fragantes chocolates. Que los esperé con un buen vaso de vino chileno. Que vivan vosotros!
ResponderEliminarBs.
Aquí hay mucho humo, querido Sarco. Si ves pasar un corazón clavado en una pica, vístelo de torero y háblale de entonces cuando las corridas.
EliminarHeridas convertidas en fragantes chocolates... Qué título bendito de una obra, weón.
Besos.
creo que me ha llegado el momento de salir de esta trinchera y defender tu poema a muerte,con uñas y dientes si es preciso, para que nunca muera.
ResponderEliminaruna vez más, felicidades amigo.
Yo lo que quiero es que salgas de la trinchera. Luego ya defiendes el poema o sencillamente nos tomamos dos mariconadas de esas de Long Island que tanto te gustan, pero de la trinchera sal...
EliminarMil besos, y gracias.
Linda crueldad
ResponderEliminarque no existe
pero embiste
la fortaleza de prefabricado
de mi corazón.
!!!
preferiría toda la vida una guerra "con"
a una paz sin "vos"
me encanta. no puedo decirte más. tal vez sí, darte un beso. acaso dos o tres.
Uno sólo vale por cientos, Eleanor. Afortunadamente se escribió Guerra y Paz para añadir un con vos casi eterno.
EliminarUn beso.
Amar tanto lo que se anhela y aun no existe que incluso se recrean esas pequeñas y alimenticias disputas cotidianas.
ResponderEliminarMe dejas observando mis anhelos y discutiendo con ellos.
Un saludo
¿Qué bonitos se ponen a veces los anhelos cuando se enfadan, verdad?
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