viernes, 7 de septiembre de 2012

sacro ángel


a Sarco, que ve desnuda a la noche
como los gatos y los locos.


Chilenos, latid.

He aquí
vuestro poeta tuerto:

desprecia el planeta baldío
          mientras bornea
          las bacanales de este desierto
cerrando su ojo muerto
          a través de la mirilla
          de su vaso vacío,
es un francotirador experto
que tira a matar
          a la mentira
apuntando a la rodilla
          de lo cierto.

Chilenos, latid.

Lo cierto se arrastrará
sangrando un rojo oprobio
          hasta la posición
          -nada estrátegica-
          del tirador
en la cornisa selénica
de este terrestre manicomio,
se hará el muerto
muriendo
a los pies
          de su agresor
como un niño taciturno
          que espera ojo avizor
          entre sábanas hirsutas
el regreso
de su madre prostituta
          tras otro horrible turno
          para oír un bello cuento.

Y dormir. Dormir.

Dormir.

Chilenos, latid.

Vuestro poeta tuerto,
mirad, va a inclinarse
a besar a lo cierto
          en los labios
matando a la mentira
con su último hálito:

          que este amarse
          en vida
-con el corazón muerto-
era lo más necesario.

Chilenos, latid.
Latid.
          ¡Latid!
No esperéis pacientes
alcanzar el falso Cielo.
Amáos apresuradamente
en la verdad del suelo.

Las lágrimas de los ángeles
          ya cayeron,
          sólo los tuertos saben distinguirlas en el cieno.


8 comentarios:

  1. Y en Chile ya laten y entre risas histriónicas protegen sus rodillas tras almohadones que lucen la palabra verdad.
    Besos amigo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debe ser por eso que no oigo nada. Porque es en Chile.

      Besos, amiga.

      Eliminar
  2. Madre mía, soy un atún, hermano, un atún, y está decidido, esta noche no beberé ni fumaré ni me haré una paja, no, germà, esta noche te voy a maldecir hasta que las estrellas sean máquinas de lavandería.

    Un beso, Jesús.


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eres un tiburón, Sarco. Pero te has echado a perder la boca mordiendo corales rojos como vísceras y ahora has de besar a los bañistas...

      Las estrellas ya no existen, querido. Se las han follado.

      Un beso, Sarco.

      Eliminar
  3. es jodido hacerle un poema a sarco. jodido de verdad.
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Con sarco no queda otro remedio que latir, aunque adentrarse en su mundo es un acto suicida. Un abrazo!

    ResponderEliminar