Juro que su rostro es una ventana en el muro de una celda, no hay quimera más bonita en el mundo. Por eso lo miro tanto sentado en estos rincones idénticos desprovisto de cualquier atisbo de palabra. Miro ahora un cielo que transmuta en otro cielo, ahora la copa del árbol limítrofe con el bosque brindada a marítimas brisas, ahora nubes disfrazadas de trenes y galeones y cebras,
ahora ese pálido resplandor que adoroy que derramado a largas franjas
sobre el camastro, el pan mohoso y las ratas
riela con luz blanca
esta
oscura
libertad.
Ahora un muro, ahora un muro, ahora un muro.
Ahora un muro.
Desprovisto de cualquier atisbo de palabra.
El blanco te queda mejor, deja este espacio casi desprovisto de cualquier atisbo de palabra, justo hasta que alguien se atreve a otear esta prosa poética.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
El gusto es mutuo, muchacha. Muchas gracias.
EliminarTanto mundo en ese rostro, tanto mundo y tan pocas palabras, el estado utopico a alcanzar.
ResponderEliminarEl blanco es siempre elegante a la par que sencillo.
Un beso inmenso
Todo el mundo en ese rostro. Otro besazo.
EliminarYo una vez atesoré una ventana parecida. Yo una vez... y no se que pasó ahora solo hay muros.
ResponderEliminarTengo una idea de lo que pasó, querido Irizar, pero no quisiera proyectar. Fuere como fuere, estamos en la brecha. Un abrazo de ánimo desde otros muros.
EliminarDe palabra y de cualquier adorno superfluo...
ResponderEliminarPrecioso.
Besos.
Precioso lo tuyo, Noirette. Mil besos más.
EliminarAlgo debe guardar la luna cuando está llena...
ResponderEliminarBesines
Usted no sabe,
Eliminarquerida,
que la luna llena
es un circulito lácteo
en la mitad
de un cielo de ónice
del que beben
fúlgidas constelaciones de gatos.
Luego,
querida,
tan vacía
en su negro fondo,
en la luna nueva
una negra matrioska de blancas lunas
aguarda.
Esto es,
querida,
la luna llena escondía
esa nueva esperanza
de otras lunas.
Una aliteración de besos, Capitana.
Y a ver qué te digo yo ahora...
EliminarPues esto que has dicho, por ejemplo, que es precioso.
EliminarSufriendo estoy, desprovista yo tambien de esas palabras que creí hace un momento haber atisbado tras dejar mis pestañas pegadas por culpa de esta miopía que me limita tanto. Solo recuerdo que eran Bellas, Bellísimas y hablaban de Esperanza y un cuarto.
ResponderEliminarMaldita sea mi frágil memoria.
Qué efímera es la belleza... qué efímero es todo.
Besos... muchos.
Hay cosas terriblemente perpetuas, querida Nagore. Y hay palabras que aún transparentes, palabras son.
EliminarBendita esa miopía que tanto aprecia lo mío. Muchas gracias, preciosa.
Mil besos.
Usté es un poeta de aquellos, déjeme decirle, señor...
ResponderEliminarMás que un poeta de aquellos, quisiera ser un poeta de vosotros, Sarco. Déjeme abrazarle, weón...
Eliminarqué poco necesitamos para no sabernos encerrados. una ventana, algo de día, palabras como estas...
ResponderEliminarbesos Jesús.
Yo he necesitado muchísimo, Antero. A ti, por ejemplo.
EliminarMil besos más, ya de hermano.